lunes, 28 de noviembre de 2011

Even roses can defend them selfs.


Ante las adversidades que se presentan todos nos colocamos una armadura con diferentes propósitos, esconderse, resguardarse, sentirse más fuertes, o simplemente pelear por el bienestar de lo que más queremos; incluso cuando más vulnerables nos sentimos tendemos a combatir por proteger a los demás, aún la creatura más delicada puede convertirse en un caballero con capa y espada.

Cuando la sombra de la tristeza cubre las tierras cálidas cubiertas de campos fértiles llenos de flores, devastando el paisaje con el marchitar de sus habitantes, se alzan aquellos combatientes que desean despejar las nubes de la tormenta que se acerca para hacer regresar el resplandor del sol que se asoma de entre las montañas del horizonte dibujando sonrisas de esperanza, todo esto puede ser posible aún cuando tu mirar demuestra lo destrozado que se encuentra tu interior.

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